Blogia
historias-troyanas

El peor enemigo

El peor enemigo

Ay! qué olvidadas tengo mis historias-troyanas.Dado que mi vida últimamente gira en torno a fechas de exámenes por motivos laborales,listas y resultados,no puedo ver todo el cine que me gustaría ver y en consecuencia tampoco compartilo,pero todo se andará...y esta carrera hacia la meta,también acabará.

Y como esta web también pretende ser altavoz para otras voces,aquí os dejo la última reflexión de J.Quintero,que seguro más de un@ la vivimos como propia en algún momento.

 

Creo que no hay nada más terrible que el propio miedo.
El miedo es como una cadena que nos impide caminar, como una camisa de fuerza que no nos deja movernos, como una cárcel invisible que nos priva del placer de la libertad.


Por miedo nos quedamos sin contemplar los fantásticos paisajes que hay más allá de la frontera del temor.
Por miedo nos negamos a caminar, a cambiar, a descubrir nuevos caminos y nuevos horizontes.
Por miedo nos conformamos con la mediocridad y con la rutina.

 

 

Por miedo no nos atrevemos a ser nosotros mismos y nos negamos y nos contradecimos.
Por miedo dejamos de hacer lo que nos gustaría y hacemos cosas que aborrecemos.
Por miedo nos dejamos oprimir y avasallar.
Por miedo preferimos ignorar las verdades y nos refugiamos en las mentiras.

8 comentarios

troyana -

Nandara,no puedo estar más de acuerdo,y bienvenida!
saludos!

Nandara -

Hola, Troyana.
A propósito del miedo, paraliza cuando no eres consciente de que existen alternativas para superarlo y que tú vales más, que sólo existe una vida y que amarguras, las mínimas.
Cuando asumes que vale el gusto luchar y salir del atolladero de la melancolía, del tobogán de la desazón, no hay quien te pare...
Salud, Troyana y adelante. :)

troyana -

Cosaco! vives!bienvenido! miedo a no encontrar o a que no le encuentren a uno,comparto esa sensación Cosaco,pero creo irracionalmente y "serendipitymente", que quien te tenga que encontrar, te encontrará,y eso por muy escondido que estés.
Por otra parte,mi miedo más reciente tampoco es a la perdida, es a la posibilidad de escoger la mejor elección, miedo a equivocarme la hora de elegir justo ahora que se abren varias opciones laborales ante mí de cara al próximo curso escolar.Según Serendipity,tendría que estar atenta a las señales, no Cosaco? ... en eso estoy....rastreando.
Un abrazo y me alegro sigas vivo y coleando.

Juan Cosaco -

miedo a no encontrar, o a que no le encuentren a uno, o a que sea demasiado lejos en el espacio o en el tiempo; miedo a perder? yo quisiera tener ese miedo! bsos!

troyana -

Gracias por esa suerte que sin duda me llega y me viene de maravilla!
En cuanto al miedo cuando mejor nos sentimos,personalmente cuando disfruto procuro no pensar en la posible pérdida de aquello que me produce esa satisfacción,simplemente procuro dejarme llevar, que ya es bastante para mí.Lo que sí tengo presente es que todo es susceptible de pérdida y quizá por eso hay que valorarlo en su justa medida,pero centrados en el presente, que lo que tenga que venir,vendrá.Si por ejemplo,me siento a gusto en un trabajo,no pienso que puedo perderlo, lo procuro vivir plenamente mientras dure, siendo consciente que puede no durar para siempre, pero valorando cada momento de creatividad y de satisfacción que me da.No sé si me explico pero lo efímero para mí no está reñido con lo verdaderamente disfrutado.En realidad, todo es efímero e incluso puede que pasajero pero no por ello,vivimos obsesionados por la duración, se puede disfrutar aun sabiendo que puede acabar.Es más,puede que hasta se disfruta más sabiendo que todo en realidad puede acabar.
Un abrazo!

Antígona -

Tienes toda la razón, Troyana, en lo que dices de que la forma de encarar los miedos es uno de los rasgos que nos distinguen. Sólo que personalmente creo que la lucha, el afrontarlos y combatirlos, es la única manera real de no dejar que nos empequeñezcan y nos priven de posibilidades que podrían ser nuestras. Crecer es aprender a afrontar los miedos, aprender a saltarse esas barreras que nos asustan y nos cortan el camino.

En cuanto a las ganancias, sí, me refería en parte a aquello del soltar, pero también al hecho de que últimamente pienso que, en el fondo, todos nuestros miedos son miedo a perder. El miedo a enfermar es miedo a perder la salud, el miedo a defraudar a los otros es miedo a perder su cariño y su admiración, el miedo a decepcionarnos a nosotros mismos es también miedo a perder nuestra autoconfianza y nuestra autoestima. Incluso el miedo a morir es miedo a perder la vida. Todo aquello que valoramos, que nos sostiene, es susceptible de pérdida. Por ello, el miedo nunca puede dejar de aparecer, y tal vez incluso con más intensidad cuanto mejor nos sentimos.

Leí el otro día una entrevista a Derrida que hablaba de esto y con la que me sentí muy identificada. Decía Derrida: "Nunca estuve tan obsesionado por la necesidad de morir como en los momentos de felicidad y goce. Gozar y llorar la muerte que acecha es para mí lo mismo".

En fin, ya sabes, a los filósofos les gusta mucho pensar en la muerte ;)

Más ánimos y mucha mucha mucha suerte. Cruzo los dedos por ti y por que todo salga bien.

¡Besos!

troyana -

Gracias Anti por los ánimos,estoy en pleno proceso selectivo para mantenerme en bolsa de trabajo,y uff....
mejor hablamos de Quintero y su reflexión.El miedo,compañero inevitable,como dices, ha de encararse en el fondo a solas,y creo que la forma de encararlo es uno de los rasgos que nos distinguen y nos diferencian(huida,evasión,lucha...etc).
En mi caso,una de las sensaciones más placenteras que conozco es la que te queda después de haberlo afrontado y superado,por eso,cada vez que aparece, intento intensificar ese recuerdo para no permitirme olvidar que vale la pena esforzarse y luchar.
Por lo que respecta al miedo a perder "las ganancias",creo que es preciso "soltar"(tú hablaste de ese tema en un post,creo recordar),es imprescindible renovarse,mudar de piel,y reconocer los ciclos,dando paso a los cambios y a nuevas y diferentes etapas en nuestras vidas.Las pérdidas forman parte del proceso,hay personas que te acompañan durante un tiempo determinado del camino,un tramo, y otras que están por llegar, lo mismo se quedan para siempre,o no, pero la puerta ha de estar abierta a los cambios porque vida en mi opinión es sinómino de movimiento y transformación.
Un abrazo!

Antígona -

Nuevamente, Troyana, no puedo dejar de daros la razón, tanto a Jesús como a ti.

Me ha parecido muy inteligente el modo en que Jesús Quintero habla del miedo. En efecto, el miedo es una cárcel, que nos paraliza, que nos asfixia, que nos resta libertad.

Supongo, sin embargo, que el miedo es y será el compañero inevitable de nuestras vidas. Aquí amanecimos desnudos, todo lo que poseemos y vamos alcanzando es ganancia, y junto con la ganancia aparece inevitablemente el medio a perder lo alcanzado.

La cuestión es tal vez que sobrevaloramos ciertas ganancias, que nos aferramos a ellas como si nada mejor pudiera ser logrado. Es entonces cuando el miedo a perder se vuelve nuestro mayor enemigo. Cuando nos fuerza incluso a persistir en lo que nos hace infelices privándonos de la posibilidad de emprender nuevos caminos.

Aprender a combatir el miedo es, posiblemente, uno de los aprendizajes más difíciles que debemos hacer. Pero también el más imprescindible si queremos apurar al máximo nuestras posibilidades.

Ánimo, Troyana, ¡que ya queda menos! :)

¡Un beso!